¡Ring! Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: «Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible«. Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden: «Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada